“Roque Arteche
Pascasio Báez no fue el único. Luis Nieto conoce de cerca la historia del
asesinato de Roque Arteche…
… Era un preso común, un ladrón, reclutado en la Cárcel de Punta Carretas
por el MLN…
… Arteche mató a un parroquiano en un bar…
El MLN le dio refugio en uno de sus locales…, y le proporcionó documentos
falsos…
“Lo llevé a la ciudad de Colonia…”.
Una vez el contacto vino fuera de fecha y yo me di cuenta que algo había
pasado “Santiago se fue”, me dijo. Ese era el seudónimo de Roque Arteche. Se
había llevado una 45 y el sueldo de los dos dueños de casa…
… A los quince días, más o menos, Arteche apareció en la carpintería, el
local donde había estado antes de ir a Colonia. Me avisaron que estaba allí
y fui a verlo enseguida…”
… El Comando propuso que se lo llevara a Chile, que se dieran documentos
falsos y se rompiese todo vínculo con él…
El siguiente paso fue entregar a Arteche a la dirección del MLN para que la
sanción fuera aplicada.
“A mí me tocó llevarlo al contacto con la Dirección, fue un día a última
hora de la tarde, en Castro y Laguna Merín”, recuerda Nieto. “Lo subieron en
una Combi, no era gente de nuestra columna, lógicamente”.
Nieto no supo más de Arteche. Lo imaginaba en Chile, cuando los diarios
informaron del hallazgo de su cadáver…”.
(Haberkorn, 2008, Historias
tupamaras. Nuevos testimonios sobre los mitos del MLN, Montevideo,
Uruguay, Editorial Fin de Siglo, pp 139, 141-143).
“… J .M. -¿Qué nos puede
aportar en relación con los asesinatos por parte del MLN-T
de… y Roque Arteche?
H. A. P… Roque Arteche era un delincuente común que fue
reclutado por Leonel Martínez Platero…
… En 1971 estábamos dispuestos a morir y a matar si era
necesario y la ejecución de Arteche entraba dentro del
código de conducta no escrito que todos dábamos por
supuesto. Se permitió que la noticia fuera conocida por el
resto de la población carcelaria, como aviso para que los
que quisieran hacerse tupamaros supieran a qué atenerse…
Cuando Wassen y Armando Blanco fueron detenidos en julio de
1971, fueron conducidos a mi celda… y surgió el tema de
Arteche. Fue así que conocí lo sucedido…
Cuando se conoció el robo de la casa donde vivía, Arteche la
abandonó… El autor material de su muerte fue Armando Blanco
y el Ejecutivo estaba integrado por Wassen, Rosencof,
Marrero y Engler…”.
(Marius, 2015, Palabra de
Amodio. La otra historia de los Tupamaros, Montevideo, Uruguay,
Ediciones de la Plaza, pp 192-193).
“Otro caso análogo es el de
Roque Arteche, un tupamaro ex delincuente ajusticiado en
1971. Miembros de la dirección post-Almería le condenaron
por haber matado en un altercado al parroquiano de un bar,
por haber posteriormente robado dinero y armas en un local
del MLN y luego reingresado al mundo de la delincuencia.
Reflexiona Zabalza: “También está el caso de Roque
Arteche, muerto injustificadamente. Aquí hay otra violación
de los derechos humanos…”.”.
(Aldrighi, 2001, La izquierda
armada. Ideología, ética e identidad en el MLN-Tupamaros, Montevideo,
Uruguay, Ediciones Trilce, p 159).
“Sentado en el patio de Puntas
Carretas, Jorge miraba el inmenso muro… Sendic trillaba
alrededor de la cancha…, escuchando atentamente los dictados
de Eleuterio Fernández, en plena elaboración del Plan
Hipopótamo… los dos hermanos Viña,…, bajándole línea a Roque
Arteche, un procesado por hurto que tras ganarse la
confianza de Leonel Martínez Platero fue reclutado por la
organización. Tiempo después fue ejecutado por robar dinero
y armas de un local del MLN,… El mensaje de Arteche fue bien
claro para los demás presos comunes: los tupamaros daban
vida, pero con su confianza no se jodía…”.
(Leicht, 2007, Cero a la
izquierda. Una biografía de Jorge Zabalza, Montevideo, Uruguay, Letraeñe
Ediciones, p 95).