“Carlos Liscano
“… En 1972, después de la reestructura, se formaron tres grupos de once
militantes cada uno… De ahí salió el atentado del 18 de mayo… No tuve nada
que ver con ese atentado aunque sí sé cómo fue y cómo se hizo todo. Las
armas salieron de mi casa, las preparé yo porque nadie sabía prepararlas,
las llevé también…”.”.
(Aldrighi, 2009,
Memorias de insurgencia. Historias de vida y militancia en el MLN-Tupamaros.
1965-1975, Montevideo, Uruguay, Ediciones de la Banda Oriental S.R.L.,
pp 129, 135).
“El atentado contra la casa del
general Gravina había sido decidido por la dirección del MLN en el marco de
las operaciones de combate y represalia –un llamado de atención para que la
represión actuara con más cautela- que permitieran el repliegue y la
reorganización de los guerrilleros.
Los tupamaros argumentaron que se trató de un tiroteo,…”.
(Pernas, 2013,
Comandante Facundo. El revolucionario Pepe Mujica, Montevideo, Uruguay,
Prisa Ediciones, p 534).
“Hugo Wilkins
… Poner una bomba en una operación militar, en un cuartel, es otra cosa.
Pero nunca se me ocurrió poner bombas como en el bowling. O como pasó el 18
de mayo de 1972, ametrallar a cuatro milicos que estaban haciendo una
guardia, que no esperaban nada, que no estaban combatiendo”.
(Aldrighi, 2009,
Memorias de insurgencia. Historias de vida y militancia en el MLN-Tupamaros.
1965-1975, Montevideo, Uruguay, Ediciones de la Banda Oriental S.R.L.,
pp 245 y 248).
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