“En la neblina de la
guerra también murió un chofer de ómnibus de Montevideo. Se
llamaba Vicente Orosa, le volaron la cabeza de un tiro el 28
de junio de 1972.
Luis Nieto se acuerda. “… Un militante con
responsabilidades, de los que quedaban a esa altura, iba
dormitando en un ómnibus que iba al Cerro. Se despertó
cuando los pararon en una pinza, en el Pantanoso. Se
puso al lado del chofer y con el arma en la mano le dijo que
acelerara; el chofer quedó sin saber qué hacer, afuera
estaban los milicos apuntando. Este compañero me contó que
se le había escapado un tiro,…”.
Bernardo, uno de los tupamaros que brindaron su testimonio…,
se refirió…:
“Nosotros considerábamos esos casos como “daños
colaterales”, normales en toda guerra. ¡Nosotros creíamos
estar haciendo la guerra! La verdad, no nos preocupaba
mucho. La muerte no era un problema, era parte del juego”…”.
(Haberkorn,
2008, Historias tupamaras. Nuevos testimonios sobre los
mitos del MLN, Montevideo, Uruguay, Editorial Fin de
Siglo, p 118). |