“Fernando González
Guyer se siente responsable por las bombas, los
ajusticiamientos, los secuestros, los muertos del MLN.
“A mí me tocó custodiar en la Cárcel del Pueblo a Pellegrini
Giampietro, el hijo de un banquero… una cosa patética, era
un banquero italiano que estaba acá… para nosotros ser
banquero ya era suficiente mérito como para secuestrarlo. El
tipo lloraba, se angustiaba, claro: no entendía. Lo teníamos
encerrado en una carpa adentro de una pieza. Teníamos
prohibido hablarle… era un muchacho…”.
Pellegrini Giampietro estuvo setenta y tres días secuestrado
por el MLN”.
(Haberkorn, 2008,
Historias tupamaras. Nuevos testimonios sobre los mitos del
MLN, Editorial Fin de Siglo, Montevideo, Uruguay, p
129).
“… H. A. P. -… Del
Banco Francés e Italiano, ya habíamos secuestrado a su
presidente, Gaetano Pellegrini Giampietro, en setiembre de
1969… Lo esperamos en las cercanías del diario La Mañana de
cuya empresa, SEUSA, creo que también era presidente. Fuimos
Candán, Wassen, Blanco Katras y yo, con un grupo de apoyo
que ahora no puedo identificar. Lo trasbordamos a otro
vehículo que nos esperaba en el Cementerio Central, que se
encargó de llevar el taxi utilizado hasta el Parque Rodó y
lo entregamos a un grupo del interior de Lagomar, que en un
carro de caballos lo llevó a otro sitio donde estuvo unos
días, a la espera de trasladarlo a Montevideo…”.
(Marius, 2015,
Palabra de Amodio. La otra historia de los Tupamaros,
Montevideo, Uruguay, Ediciones de la Plaza, p 194).
“J. M. –Cuénteme del
secuestro de Gaetano Pellegrini Giampietro.
H. A. P. -… en uno de esos locales estaba Pellegrini,
custodiado por gente con un bajísimo nivel de integración…
bajo unas (sic) carpa instalada en el comedor de una casa en
la que realizaban reuniones de estudiantes para organizar
volanteadas y pegatinas, el MLN-T mantenía secuestrado a uno
de los jefes de la patronal bancaria…
… cuando me entrevisté con Pellegrini para comunicarle su
pronta liberación, supe que en el local anterior se había
discutido su ejecución…”.
(Marius, 2015,
Palabra de Amodio. La otra historia de los Tupamaros,
Montevideo, Uruguay, Ediciones de la Plaza, p 212). |