ACCIONES TERRORISTAS REIVINDICADAS POR LOS MOVIMIENTOS SUBVERSIVOS

SECUESTROS

Secuestro del Sr. Luis Fernández Lladó

El 18 de agosto de 1971, los medios periodísticos destacaron este episodio que tuvo connotaciones especiales, por haber fallecido la madre del secuestrado mientras se encontraba en poder de sus carceleros, siendo enterado de esta triste noticia por su familia, en forma posterior a su cautiverio.

Los protagonistas, participantes y/o autores brindan mayor información confirmando los registros periodísticos de la época, entre ellas se señala:

“El 18 de agosto de 1971 se realiza el levante de Fernández Lladó…
Se había resuelto mantenerlo en la pollería. Era éste un lugar apartado con buena cobertura. Se trataba de un galpón con casa donde se había montado un criadero de pollos…
La prioridad económica de este objetivo era para asegurar buenas finanzas por un tiempo…
… Esta vez se pedirían 200 mil dólares…
La etapa inicial, la del levante en sí, correría a cargo de 4 compañeros. Se hizo prolijamente y sin dificultades…
Tenía problemas cardíacos y precisaba medicamentos permanentes… Incluso un técnico lo examinó más de una vez.
Martín estaba parte del tiempo en la pollería… Gallo, Lola entre otros estaban también casi todo el tiempo cubriendo el cuidado de Fernández Lladó en la pollería.
La boca de la pieza-pozo se mantenía semi-abierta para que hubiese más aire. Se estaba alerta, ante cualquier movimiento raro en la zona, se cerraba.
En una de esas cerradas a Luis Fernández le faltó un poco el aire… llamaron inmediatamente a Marcelo, que vino y le dio una inyección, un tranquilizante.
En el medio de la retención de Fernández Lladó se dieron dos hechos. Uno de ellos fue la muerte de la madre del retenido…
El hombre tenía problemas cardíacos… Se resolvió finalmente no comunicarle esta ingrata noticia…
Se montó el cobro, tres compañeros participaron directamente… Campos es el responsable del operativo. El (sic) recepciona el dinero…
… Ahora hay que largar al hombre.
Se tomaron las precauciones correspondientes para realizar el traslado y largada del retenido… Ahí quedó Fernández Lladó quien en conferencia de prensa y en los interrogatorios con la policía se mantuvo discreto. Ya lo había dicho en oportunidad de que se le advirtiera que pusiera cuidado en lo que decía… ”.

(Mechoso, Acción directa anarquista. Una historia de FAU, Montevideo, Uruguay, Editorial Recortes, pp 383-389).


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