“–Pepe, arrímate que
te cuento como es la cosa –le dijo Germán Vidal.
–Cerrá ahí y vení, Pepe –le insistió… Etchenique…
David le arrimó una silla y Belleti completó el cuarteto en
torno a la mesa sobre la que había un mapa de esos que se
conseguían en las estaciones de servicio.
–El hombre llegaría por acá –Vidal recorrió con el dedo la
calle Lavalleja hasta llegar a Acevedo Díaz, donde se
ubicaba el depósito de la textil Sudamtex…
–La idea es pararlo, sacarle el portafolio y rajar… –explicó
Vidal.
–No hay problema –aseguró Pepe.
A la hora indicada, Pepe y David–en el asiento trasero–
llegaban a la zona de la Universidad de la República, a dos
cuadras del objetivo. Bajaron por Acevedo Díaz, pasaron
frente al IAVA, y observaron que en la puerta de la fábrica
Sudamtex había unos empleados…
La gerencia de la textil había tomado el recaudo de montar
una guardia especial de dos operarios para ese último día
del mes en que el contador debía retirar unos veinte mil
pesos del banco y volver a la empresa a fin de pagar los
sueldos.
Los funcionarios de la guardia especial advirtieron los
movimientos sospechosos de una moto aún más sospechosa, y al
dar aviso a la administración de la fábrica, desde allí se
telefoneó a la policía.
-¡La cana, la cana!-advirtió Mujica con el corazón a mil…
Cuando David echaba mano a su arma, la moto trastabilló y
aunque Pepe la dominó la policía ya estaba encima…
Pepe ni amagó a sacar su revólver, que quedó con sus seis
balas en el tambor…”.
(Pernas, 2013, Comandante Facundo. El revolucionario Pepe
Mujica, Montevideo, Uruguay, Prisa Ediciones, pp 271,
273-275).
“Ahora, 1964, pocos
días después de la caída de los tres cañeros, ya retirado
del deporte y por eso en moto, Mujica también va, con la
moto, en cana.
Otro fracaso casi de la misma índole que el de Arrascaeta y
Rivera; como para llover sobre mojado…
Lo de Mujica pasó desapercibido. Pasó como un delito común,
desapercibido para el mundo exterior…”.
(Fernández Huidobro,
1994, Historia de los Tupamaros. Tomo 1: los orígenes,
Montevideo, Uruguay, TAE Editorial, p 146). |