“A mediados de enero, en Punta Carretas se reeditó un
clásico de clásicos: el plan de fuga denominado Gallo se puso de nuevo en el
tapete. Si bien los tupamaros tenían una relativa influencia en el penal,
había un obstáculo para restablecer el funcionamiento que tenían antes; se
llamaba Rodolfo Leoncino, jefe de la guardia de Punta Carretas… Jorge
Zabalza, Efraín Martínez Platero y José Mujica (que bautizó el plan con el
nombre de Corcho) decidieron que era tiempo de ejecutarlo sin más trámite,
Muerto Leoncino a manos de un comando de la columna quince que lo baleó en
su casa, cambió la interna del penal…”.
(Leicht, 2007, Cero a la izquierda. Una
biografía de Jorge Zabalza, Montevideo, Uruguay, Letraeñe Ediciones de
la Banda Oriental S.R.L., pp 107-108).
“De allí surgieron las bases del “Plan
Corcho”, una operación de represalia.
La mañana del 27 de enero, un comando de la columna 15
cumplió la orden de la dirección: esperó en la puerta de la
casa de Leoncino y lo mató a balazos.
Esta ejecución se enmarcaba en los planes de represalia que
adoptó el MLN en los primeros meses de 1972…
La ejecución de Leoncino instaló un aire de respeto y temor
de parte de la guardia hacia los tupamaros, que ahora tenían
mayor libertad de movimiento dentro del predio de la
cárcel”.
(Pernas, 2013, Comandante Facundo. El
revolucionario Pepe Mujica, Montevideo, Uruguay, Prisa Ediciones, pp
514-516).