“El
29 de setiembre (sic), una bomba del MLN detonó en el Club
de Bowling de Carrasco, uno de los lugares donde se reunía
la juventud adinerada. En el atentado murieron los dos
tupamaros que maniobraban el explosivo y varias personas
quedaron heridas, entre estas (sic), la más grave, con su
cuerpo quemado al extremo, la cuidadora, Hilaria Quirino
Ibarra, una trabajadora de cuarenta y ocho años, con cuerpo
y mente en ruinas, para siempre”. (Pernas, 2013,
Comandante Facundo. El revolucionario Pepe Mujica,
Montevideo, Uruguay, Prisa Ediciones, p 476).
“Mauricio Rosencof
En el caso del Bowling de Carrasco, por ejemplo, se quería
demostrar que estábamos en contra de los privilegios de la
oligarquía, en el momento en que nos perseguían. La
operación tuvo sus trágicos inconvenientes. Murieron allí
los compañeros Carlos López y Roberto Rhon. Este último
quedó bajo los escombros de una explosión precipitada… Los
estudiantes de Química le pusieron su nombre a la plaza que
está frente a la Facultad…”. (Aldrighi, 2009, Memorias de
insurgencia. Historias de vida y militancia en el MLN-Tupamaros.
1965-1975, Montevideo, Uruguay, Ediciones de la Banda
Oriental S.R.L., pp 23 y 39-41).
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