“Un duro golpe
A fines de marzo sufrimos un nuevo golpe de la represión. Ya
en el marco de la reestructura acordada, teníamos una
reunión para ver un conjunto de temas. Aspectos
organizativos, recomposición de equipos, plan de trabajo
para el resto del año y algunos temas puntuales. La reunión
era de la nueva dirección, la que ya había quedado
establecida que se mantendría en el país: Raúl Cariboni,
Mauricio Gatti, Alfredo Pareja, Roger Julien y quien
escribe.
Terminada la reunión se van Mauricio Gatti y Roger Julien.
Cariboni y yo quedamos charlando un tema general. Pareja
vivía ahí… Es que la casa estaba al frente, al final del
patio interno había una puerta que daba a una escalera que
conducía a un amplio fondo. En ese fondo, debajo de la casa,
había un sótano que era donde nos reuníamos. Teníamos
prevista una escapada desde ese fondo a la casa de unos
vecinos ante alguna emergencia.
Mauricio Gatti, cuando sale ve un movimiento de milicos a un
par de cuadras del local,… Mauricio llama para la casa y
avisa… Como esos procedimientos militares eran pan de todos
los días, no se le dio especial importancia… De repente
sentimos un ruido y miramos hacia la boca del sótano, que
además era cerrado, nos estaban apuntando con una metralleta
y un arma larga, de costado había un oficial que apuntaba
con una pistola… habían dado con la casa que llamábamos:
Torres…”.
(Mechoso, Acción
directa anarquista. Una historia de FAU, Montevideo,
Uruguay, Editorial Recortes, pp 481-482). |